Navegando Entre Dos Mundos

Sugerencia de escritura del día
¿Disfrutas de tu trabajo?

Por Aimée Padilla

En el entramado de responsabilidades y elecciones pragmáticas, mi camino profesional me llevó por la senda de la contaduría. No fue mi primera elección, ni tampoco la pasión que despierta mi corazón, pero aprendí a encontrar un atisbo de interés en sus complejidades. La contaduría, con sus leyes cambiantes y el constante pulso contra el reloj, se ha convertido en una danza desafiante que a pesar de todo, no puedo afirmar disfrutar por completo.

Cada día es un maratón de números, normativas y plazos que se despliegan ante mí, exigiendo mi atención y energía mental. Las jornadas agotadoras me dejan llegando a casa con la mente exhausta, incapaz de anhelar algo más que el simple reposo. La rutina se repite, una y otra vez, como una melodía que conoces demasiado bien pero que nunca deja de resonar en tu cabeza.

Sin embargo, en las sombras de este desencanto profesional, florece mi verdadera pasión: las letras. Desde la tinta de mi pluma nace un mundo donde las palabras son las protagonistas, donde la narrativa me envuelve en un abrazo cálido y familiar. Escribir no es solo una vocación, es mi primer amor, la llama que arde constantemente en mi interior.

Sueño con un día en el que las letras no sean solo mi refugio, sino mi sustento. Imagino una vida donde la escritura no sea solo un placer paralelo, sino el motor que impulsa mi existencia. El desafío está en encontrar el equilibrio, entre las cifras que gobiernan mi día y las palabras que alimentan mi alma.

Este escrito es un susurro desde el corazón de una contadora que anhela liberar sus letras. Es la búsqueda de ese equilibrio, donde las responsabilidades profesionales y la pasión personal coexisten en armonía. Porque aunque las cifras dominen mi jornada, sé que detrás de cada balance hay una historia que aguarda ser contada, y esa historia con el tiempo, será mi camino hacia la realización plena.

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