Regreso tras un breve silencio

Sugerencia de escritura del día
¿Cómo mantienes el equilibro entre el trabajo y la vida personal?

Por Aimée Padilla

Queridos lectores,

Tras unos días de ausencia involuntaria de este rincón digital que tanto amo, me siento nuevamente ante el teclado, ansiosa por compartir con ustedes no solo mis escritos, sino también el remolino de emociones que me ha mantenido alejada. La carga de trabajo reciente ha sido abrumadora, robándome no solo tiempo sino también el espacio mental necesario para crear y expresarme como desearía.

Sé que muchos de ustedes, mis fieles seguidores, habrán notado mi silencio. No ha sido por falta de ideas o de ganas. Al contrario, mi mente no ha dejado de trabajar, tejiendo historias y construyendo mundos que anhelo plasmar en palabras. Mis dedos se muestran inquietos, ansiosos por volver a danzar sobre el teclado y llevarlos, queridos lectores, a sumergirse de cabeza en mi universo literario.

Vivimos en una época donde la creatividad a menudo se ve secuestrada por las exigencias del mundo material. Nos encontramos atrapados en una realidad que valora más el rédito económico que los sueños de una escritora, donde el tiempo dedicado a la creación se ve constantemente amenazado por las responsabilidades «más urgentes» que demanda la supervivencia en el mundo actual.

¿Cómo explicar la agonía de una mente que anhela escribir mientras las facturas y los plazos la aprisionan? El mundo moderno, con sus cifras y balances, nos ha arrebatado la libertad de soñar. El dinero gobierna, y los sueños, como mariposas atrapadas en una red, luchan por escapar.

Es un desafío constante, y confieso que en ocasiones me siento profundamente frustrada por no poder dedicarle a la escritura el tiempo que esta pasión merece. Sin embargo, estos momentos de pausa forzada también son un recordatorio de lo mucho que valoro este espacio y a cada uno de ustedes que me lee. Su paciencia y apoyo son el faro que me guía a través de las turbulentas aguas de la vida diaria.

Las palabras, como amantes secretos, me susurran al oído. Quieren ser liberadas y yo, su cómplice, les tiendo la mano. Juntas tejeremos un tango de letras y emociones.

Imagino al lector, sentado frente a la pantalla esperando. ¿Qué le contaré? Quizás sobre el sol abrazador que nos está quemando en toda la República Mexicana, o el aroma a café que impregna mi escritorio.

O tal vez, le revelaré mis miedos y mis sueños, como si fueran tesoros escondidos. No sé, el tiempo y las letras que vayan fluyendo, me llevarán por el camino adecuado para formar historias que esperan con anhelo ser leídas.

Así que aquí está mi artículo, mi confesión. No es perfecto ni pulido, pero es auténtico. Es un grito de libertad en un mundo que nos ata con hilos invisibles.

Que este texto llegue a ti querido lector, como un abrazo cálido. Que encuentres en él un refugio, un rincón donde tus sueños también puedan danzar. Porque, al final, somos todos escritores de nuestra propia historia, y las palabras, como notas de un tango eterno, nos unen en esta danza llamada vida.

Gracias por estar aquí, por leerme, y por recordarme que, a pesar de todo, vale la pena seguir escribiendo.

Con cariño y un renovado espíritu creativo,

Aimée

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